viernes, 20 de abril de 2012

Capítulo 6


<<No veía el modo de escapar y se creó su propio mundo. Pero su propio mundo le borró todo lo que conocía, le borró todo lo que una vez quiso recordar y finalmente acabó por olvidar quien era. No recordaba su nombre así que se inventó uno. Butterfly.>>

Esa noche hace mucho frío así que tiene que poner una manta por encima de la cama para dormir más calentita. Poppy se ha recostado bajo el radiador. Aun así sigue haciendo mucho frío. La coge y se la lleva a la cama con ella. Si se levantaba antes, podía saltar sin ningún problema ya que la cama no estaba muy elevada. La verdad, no sabe porqué Poppy siempre duerme con ella si fue Nerea quien la encontró. Durante el día la sacaba a pasear, la cepillaba, la bañaba cuando era necesario... Incluso hablaba y cantaba con ella. Pero a hora de acostarse siempre acudía a la habitación de Gloria. A Nerea no le importaba sino todo lo contrario. Hacía dos meses que contaban con Poppy en esa pequeña familia y en ese tiempo, la cachorro iba a la puerta de Gloria para que le abriera. Nerea solo sonreía y negaba con la cabeza, sabía porqué era. Gloria fue quien había salvado la vida al pequeño animal y eso Poppy no lo olvidaba aunque solo tuviera unas semanas cuando la encontró. 
Volviendo otra vez a la realidad, Gloria admira la facilidad con la que Poppy se duerme. Se dirige donde Nerea para darle otra manta a ella pero ya se ha dormido. Actuando como su abuela hacía, le pone la manta por encima para que no se resfríe. Regresa a su cuarto donde una pequeña luz amarilla brilla y comprueba que Poppy se ha dormido completamente. Se mete en la cama y se esconde bajo las sábanas y mantas que hay ahí. Está alegre, estar allí dentro, en su cama, le recuerda el mar. Decide dormirse y dejar de moverse tanto para no despertar al cachorro. Pero un segundo antes de ponerse a dormir, se permite pensar en él. Piensa en sus sonrisas y en sus increíbles ojos. Piensa lo feliz que fue con él, en como lo odió y pasó a quererle tanto. Finalmente se duerme recordando su nombre. Oliver Novoty.


<<Clases de gimnasia. Hoy. Por la tarde. A las siete. Hoy es miércoles. Nunca se lo ha dicho a nadie, pero odia los miercoles. Tampoco es que nadie le haya preguntado.
Estoy en la biblioteca y es miércoles. Huele a libros. Hay un chico sentado dos sillones más adelante. Tiene el pelo oscuro. Solo puedo ver el título del libro que está leyendo. "Sherlock Holmes y el perro de los Baskerville". Han pasado catorce minutos... ¡Y una hora! Llego tarde a clase de gimnasia.>>


-¡Vamos Poppy corre!


El grito de Nerea la ha despertado. Ese sueño no era un sueño, era real. Se acuerda de aquel doce de marzo. Entonces Gloria tenía doce años. La biblioteca era como su casa, se pasaba horas y horas allí. Al principio Emma se preocupaba cuando Gloria no llegaba pronto a casa pero cuando la veía con un gran libro bajo esas pequeñas manos, se reía. La niña que era antes Gloria no entendía el porqué de su risa pero era contagiosa así que reía con su abuela.  Y entonces lo recuerda, como un destello en su cabeza, unas imagenes nítidas la atraviesan. El chico del pelo oscuro, el de aquellos ojos grises perfectos.


<<Tropiezo con el sillón al levantarme. Caigo. Dolor. El tobillo. Soy muy torpe. No hay nadie, el chico del pelo oscuro ha desaparecido.
-¿Necesitas ayuda?- Está sentado en mi sillón, me mira indiferente. No parece ni preocupado por mi. No me extraña, lo conoce. Él es así.
Nombre: Óliver Novoty.
Padres: John Novoty (viudo).
Hermanos: Ninguno. O eso cree.
Edad: 13 años.
Físico: Pelo negro azabache, ojos grises metalizados, alto, su físico está cambiando debido a la adolescencia. Parece que a las chicas les gusta.
Carácter: Idiota, prepotente. Siempre ha sido igual. 
-No gracias. No necesito ayuda de nadie y menos la tuya.
-Borde.
Intenta levantarse pero no puede. Lo único que siente es dolor. Le mira. Él entiende su mirada. Gloria se apoya en su hombro y empieza a andar con una pierna. Óliver se ríe, ver dar saltos a una niña como Gloria es divertido para él. No sabe como es y tampoco sabe que en la gran mansión de Gloria, la única persona que la espera es su abuela que en estos momentos empieza a encontrarse tremendamente cansada, algo raro en ella.>>


-¡POPPY!


Otro grito por parte de Nerea, siente un peso menos en su cama. Escucha bajar corriendo a  Poppy por las escaleras y unos ladridos de alegría.  Se levanta, se pone una chaqueta y baja a la cocina.
Fuera, en el jardín.
Poppy estaba alegre de salir a jugar en la nieve con Nerea, últimamente ha hecho mas frío del normal y no habían podido salir. Nerea, disfrutando con Poppy le tira una pequeña bola de nieve que le da en una pata. El cachorro se pone a ladrar y corre detrás de Nerea. Ésta cae a la nieve y coge a la perra en brazos. Ríe y Poppy le lame la nariz.


-¡Nerea, Poppy! - echan a correr las dos y Poppy se tira en brazos de Gloria- Te he preparado un café, pensaba que tendrías frío.


Nerea acepta el café sonriendo. Si que tiene frío, están a menos de tres grados aunque parece que Poppy no lo nota. Nerea las mira, el cachorro les ha cogido mucho cariño en estos meses, ha crecido aunque no mucho y se ha hecho fuerte. Desde el día que la acogieron han estado muy pendientes de ella, tanto Nerea como Gloria. Y esta última es más feliz. Sin darse cuenta, mira el reloj y se bebe el café de un trago.


-Tengo que ir a la tienda... a por... helado.
-¿Helado? Nerea, estamos en febrero. ¿Estás bien?
-Claro, solo me apetece helado. ¿Te quedas con Poppy?
-Sabes que si pero, ¿estás segura de que te encuentras bien?
-No te preocupes. Volveré en un rato - y sale corriendo. No va a comprar helado, no va a la tienda mas que nada porque no ha cogido dinero. Ella solo quiere verle. Ha averiguado su nombre Pablo. Pablo Schofield. Sabe que le gusta la fotografía y dibujar, que tiene una hermana pequeña y que vive en Canadá desde los ocho años con su familia. En la tienda ha escuchado a las mujeres hablar de él, siempre dicen que es un chico encantador y que adora a su hermana. Hablan sobre sus padres y sobre su enferma abuela. 


Llega a su destino. El lago, congelado en invierno. Él acude allí todas las tardes. Se queda esperando detrás de un árbol para verlo llegar. Espera diez minutos, veinte... no aparece. Está a punto de rendirse, irse a su casa y probar suerte mañana, pero una voz la frena.


-¿Qué haces detrás de un árbol? - se le hacelera el corazón, despacio se gira y lo ve. Su pelo rubio, sus ojos chocolate y sus imperceptibles pecas- ¿Y bien?
No sabe que hacer. ¿Le dice la verdad? "No, eso es de acosadores", piensa. 
-Nada -responde nerviosa- Observar el paisaje.
-Hace veinte minutos que observas un árbol. Eres nueva -está a punto de replicar que hace unos tres meses (contando diciembre) que llegaron- y no, tres meses no se consideran mucho tiempo.
-¿Cómo sabes...? Me viste.
-Si, y tu a mi -la coge desprevenida, no esperaba esa respuesta-. Y ahora me estabas esperando. No hace falta que lo niegues, te veo todos los días Nerea -expresión de desconcierto en el rostro de Nerea-. Las mujeres de la tienda. No soy el único.
Ahora lo entiende todo, este chico la sorprende. Aunque pensándolo mejor, el papel de "acosadora" que se ha puesto hace unos minutos debería compartirlo con él.
-Por cierto me llamo Pablo.
-Lo sé. Las mujeres de la tienda -se hace tarde, debe volver a casa-. Me tengo que ir.
-Ya nos veremos por aquí.


No dice nada más y vuelve a casa mas despacio de lo que se ha ido. Al volver abre la puerta y Poppy va ladrando hacia ella. Gloria la sigue caminando. Ve la expresión de felicidad de su amiga. 


-Se ve que el helado estaba bueno.
-Eso parece -dice riendo- eso parece.


Cenan entre risas, algo poco común entre ellas y se acuestan. Poppy como siempre se va con Gloria.
A la mañana siguiente, Nerea es la primera en despertar. Nadie sabe que están bien. Nadie sabe donde están. Nadie las está buscando. Y por supuesto nadie se ha preocupado por ellas. 
"Ni una llamada", piensa Nerea, "Ni un mensaje".  Acostada en la cama de su habitación ve brillar el sol, ese que aún no es capaz de derretir la espesa nieve. Desde que su tío se "encarga" de ella, el único contacto que ha tenido con algún ser humano ha sido Gloria. Su tío la acogió en su familia porque era lo único que le quedaba. No lo conocía, era el hermano de su madre y no lo conocía. Solo había visto unas fotos que su madre guardaba. Su madre... Cuanto la echa de menos. A ella y a su hermano Jack. 


"Estamos solas..." y es verdad. Las dos chicas están solas. No tienen familia, no tienen a nadie que les diga que todo irá bien, nadie que las cuide cuando se sientan mal. Nerea dejó a sus seres queridos cuando se marchó con Gloria. Todos los días iba al cementerio donde les contaba todo lo que le pasaba. Se levanta de la cama despacio, con cuidado de que las lágrimas que ha intentado contener durante todos estos años no la hundan en la tristeza, ella ya no recuerda lo que eran los abrazos maternales y Gloria nunca ha sabido de su existencia.
"Al menos la tengo a ella... Y ella me tiene a mi". Suena el timbre.


-¿Pero quién? -nunca han tenido visita-. Son las nueve de la mañana.
Baja corriendo las escaleras ya que la persona, ser o cosa que está llamando al timbre no cesa con los timbrazos.
-Tú.

3 comentarios:

  1. WooW Paula !!
    Escrius de alucine tiaa !!
    Tens una imaginació extravagant !!
    M'encantah xlaa !!
    Un kiiss!!

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  2. Si es que con unas palabras y ya me tienes cautivada:) En serio, me encanta. ¿Quién será?
    Publica pronto, que me dejas en ascuas;)
    ¡Un beso, guapa!

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  3. Aaaaaah ¡quién es "tú"! Siempre me dejas con la intriga :'(
    Bueno, espero que publiques pronto, me encanta la forma en la que escribes :D
    Besos!

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